Para esta nueva línea de infusiones infantiles hubo que resolver varios problemas.
El primero, el nombre de cada producto, de forma que cada uno se pudiese identificar con una las 3 incómodas molestias que los padres conocen: la digestión, el sueño, y los inefables mocos. Pero sin perder su carácter infantil.
Segundo, la confianza. El diseño basado en personajes, si, pero a través de cuidadas ilustraciones y escenas, alejadas del melifluo estilo infantiloide.
Estas ilustraciones alegóricas infantiles de animales, refuerzan en cada uno de lo envases la funcionalidad de la infusión, pero de forma que la gráfica no se aleje de la marca como aval de garantía.
Un trabajo ganador del Premio “El Chupete” al mejor Packaging infantil.